Al migrar cambian los códigos con los que se entendía el entorno; se trastoca la
identidad. La inmersión total en otra cultura puede ser abrumadora y requiere la
elaboración de afectos y de duelos, lo cual puede hacerse a través del arte o del
movimiento en la terapia. La presencia del flamenco en la vida cotidiana de un colegio
de Andalucía, así como en la implementación de sesiones de Danza Movimiento
Terapia en procesos psicoterapéuticos y en un laboratorio creativo, en los tres casos con
población migrante, permite apreciar esta danza como un potencial factor protector
durante la adaptación a la nueva cultura. Los procesos de ampliación discursiva detonan
fenómenos de deconstrucción identitaria y pueden aumentar la capacidad plástica de la
persona y de las sociedades.
Introducción
Según la OIM (2018), España ocupa el décimo lugar como país destino de
población migrante internacional. Andalucía, durante el 2018, concentró el 13% de la
población extranjera empadronada en España; el 3% de estos extranjeros radica en
Sevilla (Observatorio Permanente Andaluz de las Migraciones [OPAM], 2017).
Al migrar cambian los códigos con los que se entendía el entorno: los referentes
son distintos y esto trastoca la identidad. La inmersión total en otra cultura puede ser
abrumadora. Si no se encuentra la manera de ir elaborando los afectos y estados que
emergen, pueden desarrollarse pensamientos obsesivos, apatía, trastornos físicos y
mentales. Una manera de elaborar los afectos es a través del arte o del movimiento.
La Danza Movimiento Terapia (DMT) busca la integración psicofísica del
individuo a través del uso psicoterapéutico del movimiento. Por eso, puede ser un hogar
transicional para las personas, en el que pueden mostrar sus identidades culturales sin
percibir amenaza ni cuestionamiento, reconectar con diversos estados afectivos,
reafirmar recursos internos y crear estados de seguridad. (Dietrich-Hartwel y Koch, en
Phanofer, Campos y Rodríguez 2018). Esto genera apertura de espacio interno para
incorporar nuevos referentes y elementos identitarios.
La experimentación de otros repertorios de movimiento en el propio cuerpo,
similares o no a los propios, amplía patrones de interacción consigo mismes y con otres;
la experimentación específicamente con el flamenco apoya en la decodificación del
lenguaje no verbal de la cultura andaluza y en la expresión de emociones como la rabia,
el dolor, la angustia, la melancolía, etc.
Tres experiencias con el flamenco en personas migrantes
Durante el periodo escolar agosto 2018- julio 2019, realicé prácticas del máster
de Danza Movimiento Terapia que ofrece la Universidad Autónoma de Barcelona, en
un colegio de Educación Infantil y Primaria de Sevilla, ubicado en un barrio pobre,
atravesado por la violencia e inseguridad. En la población de estudiantes se registran 18
nacionalidades, teniendo un porcentaje considerable la nacionalidad marroquí. En el
periodo de observación directa pude percatarme de que el flamenco fungía en este
colegio como un lenguaje alterno muy presente en los juegos en el recreo, también
replicaba las jerarquías trazadas fuera de las paredes de la institución y en muchas
ocasiones, detonaba fenómenos de encuentro que por instantes desvanecían fronteras
idiosincráticas e integraban a todos los estudiantes sin importar edad, nacionalidad,
familia, religión, etc.
El flamenco también atravesó algunos procesos psicoterapéuticos individuales y
grupales que tuve la posibilidad y el honor de acompañar. Como el de un niño de 12
años, nacido en Marruecos. Su proceso migratorio fue intempestivo, abrupto, violento y
doloroso pues conllevaba no solo el cambio de país, sino también la separación de la
madre. Para mi sorpresa, en nuestro primer encuentro emerge su gusto por el flamenco;
esto permitió que nos sostuviera un ritmo que contuviera la descarga de rabia a través de
la percusión. El registro de movimiento del flamenco le permitía enraizarse a la tierra en
peso firme, determinar movimientos y sentir momentos de control. Conforme
ampliábamos nuestros repertorios de soniquetes con percusión corporal, apareció la voz.
Hasta que un día, canta un lamento: “Ya no puedo más extraño a mi madre. Ya no
puedo más mi corazón. Ay mi corazón”. “Extraño a mi maestra L, yo la quiero, la
adoro, es la favorita. Mi corazón”. “Mi maestra Rosi es mi favorita”. “L, L, L, ya no
puedo más. La extraño”.
En un contexto migratorio muy diferente, implementé un laboratorio creativo
con fines terapéuticos desde la perspectiva psicodinámica de la Danza Movimiento
Terapia, con mujeres mexicanas residentes en Sevilla. La intención fue propiciar un
espacio que permitiera diálogos sobre temáticas de interés de las participantes. Al
analizar el contenido de las temáticas se observó que el acto de migrar había brindado
perspectiva acerca de problemáticas que aquejan a México y se encontraban arraigadas
en el cuerpo de estas mujeres. Gracias a la distancia de referentes culturales y al
contagio de nuevas representaciones, se develaron cuestionamientos y planteamientos
acerca de la forma en que las participantes se vinculan con su cuerpo, con ellas mismas,
con las otras mujeres, la comunidad y la cultura. Las reflexiones muestran que las
participantes se encuentran en un proceso de deconstrucción acerca de las jerarquías de
poder, las lealtades familiares, el amor, el autocuidado, la posición de la mujer en el
presente, entre otras.
Cabe destacar que el motivo para migrar en cinco de las ocho participantes de
este laboratorio fue el continuar con su formación profesional en danza flamenca. Para
algunas de ellas, el flamenco es un nuevo referente cultural. Debe tomarse en cuenta que
este baile contrasta con la danza folclórica mexicana, principalmente por las emociones
que busca trasmitir. Es posible que esta elección de danza sea una búsqueda
inconsciente de otro referente femenino en movimiento, en lugar del propuesto por la
propia cultura. Es importante mencionar que asocian como postura de defensa de la
mujer, el repertorio y posturas en movimiento vinculadas al flamenco.
Conclusiones
Los procesos de ampliación discursiva pueden detonar fenómenos de
deconstrucción identitaria no solo en las personas migrantes, sino también en las
pertenecientes a esa cultura, pues el mirar “el propio” repertorio dicho de otra manera
puede aumentar la capacidad plástica de la persona y de las sociedades.
Los procesos migratorios pueden retar la constitución identitaria, demandado
una reorganización a niveles internos y externos, por lo que muchas veces implican
duelos. Duelos en las dos acepciones de la palabra: duelo de pérdida (entornos
anteriores, estilos de vida, familiares etc.), duelo de batalla (interna, reacomodo,
adaptación, enunciación en el espacio). Existen circunstancias que complican o facilitan
la tramitación del duelo y la adaptación al entorno. Algunas de estas circunstancias
están relacionadas con el contexto que atraviesa a la persona que cambia de residencia,
otras circunstancias corresponden a la apertura u obstrucción de los países destino; de
igual manera, implica a los ciudadanos pertenecientes a esa cultura y a los recursos que
poseen para dialogar con la diferencia. Es así como existe una responsabilidad
compartida como ciudadanes del mundo, que nos convoca a cuestionar nuestro sistema
de creencias para observar lo que propiciamos o fomentamos en nuestras interacciones
cotidianas, analizando nuestra receptividad o resistencia frente a la integración social de
las personas migrantes.
La posibilidad de diálogo con la diferencia que propone el flamenco desde sus
orígenes puede ser una herramienta potente para esta integración. En el abordaje
psicoterapéutico, puede brindar recursos valiosos para explorar nuevos códigos
identitarios. De igual manera, la implementación de talleres, clases de danza, percusión,
toque y cante, en instituciones con gran diversidad cultural en Andalucía, puede ofrecer
un respiradero social que detone sentidos de pertenencia y así fungir como factor
protector. Es importante remarcar que estas propuestas deben contar con apertura de
mirada y no ser impuestas, pues lo que buscan fomentar es la posibilidad de contar con
espacios que convoquen al cuestionamiento, a la tolerancia a la diferencia, por lo tanto,
a la libertad discursiva y en movimiento.
Referencias:
CES. (2019). Informe 02/2019 La inmigración en España: Efectos y Oportunidades.
Consejo Económico y Social España.
Dieterich-Hartwell, R. & Koch, S. (2018). Danza Movimiento Terapia como hogar
temporal para los refugiados. Perspectivas desde la teoría y la práctica. En H.
Panhofer, M. Campos y R. Rodríguez, ¡Con-muevete y mueve al mundo!
Jornadas para la celebración del 15 aniversario del Máster de DMT de la UAB
(pp. 75-86).
Jorba, L. (2018). De la diversidad interna a las transiciones identitarias externas:
competencias profesionales interculturales en la DMT. En H. Panhofer, M.
Campos y R. Rodríguez, ¡Con-muevete y mueve al mundo! Jornadas para la
celebración del 15 aniversario del Máster de DMT de la UAB (pp. 87-96).
OIM. (2018). Informe sobre las migraciones en el mundo 2018. ONU Migración.
OPAM. (2017). Informe Bienal Andalucía e Inmigración 2016-2017. Junta de
Andalucía.
Hablar de migración actualmente parece cada vez más común en una era de movilidad como la que vivimos. Pero, ¿qué es lo que implica migrar por decisión propia o no?
Como migrante, me identifico con algunos conceptos: duelo, renuncia, reajuste, resignificación, deconstrucción, hibridación.
Una maravilla saber que el movimiento, la danza, el flamenco significan una herramienta potente para el acompañamiento del proceso.
Gracias por compartir